HISTORIA DE LA CIUDAD DE MEDA

La historia de Meda se entrelaza con los orígenes mismos del insigne Monasterio de San Víctor. Sobre los cimientos del Monasterio se nos reporta la siguiente leyenda:

Aimé y Vermondo, condes de Turbigo, durante una redada de caza en Brianza fueron perseguidos por unos jabalíes hasta un lugar en el que se elevaba una Iglesia en honor de SanVíctor Martir, encontrando ahí "dos laureles de maravillosa grandeza", sobre los cuales se treparon, encontrando así la salvación. Cuando estaban a punto de ser alcanzados por las fieras, hicieron votos de que si se salvaban fundarían un monasterio dedicado a San Víctor. Dios escuchó sus plegarias y Aimé y Vermondo, como agradecimiento, "fundaron en honor del santo y glorioso San Víctor Martir" un noble monasterio de Santas Monjas, bajo la regla de San Benito.

El monasterio fue ricamente dotado de bienes y de autoridad propia sobre un vasto territorio, comprendiendo Meda y parte de las Comunas limítrofes. Fue confirmada en 1024 por el emperador Enrique II.

De los documentos encontrados en el archivo del monasterio se desprende que hasta 1252 la abadesa de San Víctor había ejercido los derechos de señorío. En un legado de 1036 aparece mencionada por primera vez la iglesia de Santa Maria, que es sin duda aquella que más tarde se convertiría en parroquial.

El pueblo de Meda surgió como un aglomeramiento de casas dependientes de las monjas, debidamente fortificado, y adquirió importancia alrededor del año Mil, cuando se convierte en sede de un famoso mercado. Aquí se vendían animales de todo tipo, tejidos y calzado, que se exponían sobre terrenos ubicados entre la Iglesia de Santa María y la Torre de la Comuna.

A finales del siglo XI, y en coincidencia con el período de las luchas Comunales, Meda logró obtener la liberación del señorío de la Abadesa. Los medesis recurrieron a la Comuna de Milán, autoridad superior a las dos partes en conflicto, para obtener el nombramiento de Podestá. A pesar de esto, continuaron los conflictos entre la Comuna y la Abadesa, quien rehusaba reconocer los estatutos emanados de la Podestá. La cuestión se resolvió después de algunos años, con la elección de la nueva Abadesa María de Besozzo, la cual llegó a un acuerdo con la Comuna de Meda, renunciando a la mayor parte de sus derechos públicos, mas quedaron confirmados los derechos del monasterio sobre la Iglesia de Santa maría, esto es, la exclusiva competencia sobre sus derechos.

Luego de la llegada de Napoleón y la proclamación de la República Cisalpina, fue tomado también el glorioso y antiquísimo monasterio femenino de San Víctor (27 de marzo 1798).

Los bienes fueron vendidos a particulares: el edificio monástico fue adquirido por la familia Antona Traversi, y transformado en Villa Nobiliaria, probablemente por el Arq. ollak, quien seguramente estuvo en Meda en 1803, año en que se derrumbó el campanario evento sobre el cual él ha dejado una relación y un diseño. Hoy la Villa Antona Traversi se presenta en forma neo-clásica, y el gusto medésimo se reencuentra en la decoración de los frescos del interior.

La Comunidad de Meda se desarrolló por consiguiente en plena autonomía, se adhirió al Reino de Italia y participó en el establecimiento del nuevo estado. En 1800 en Meda se tenían testimonios que confirmaban la importancia asumida por las artesanías de muebles. Hoy la ciudadanía representa un centro de producción de muebles de gran valor, famosos en todo el mundo.

 Fuente: Biblioteca Cívica Comunal.