COMPAÑERA La canción es la amiga que me arropa y después me desabriga; la más clara y oscura, la más verde y madura, la más íntima la más indiscreta. La canción me da todo, aunque no me respeta: se me entrega feliz cuando me viola. La canción es la ola que me eleva y me hunde, que me fragua lo mismo que me funde. La canción compañera, virginal y ramera, la canción. Comenzamos un día por los tiempos de siempre y todavía; comenzamos felices a juntar cicatrices, como buenas señales de los años, y, peldaño a peldaño, levantamos paisaje sin excusa, sin ruego y sin ultraje. ¿Quién se atreve a decirme que debo arrepentirme de la esperma quemante que me trajo? Porque sangra de abajo, yo no vendo ni rajo mi pasión. Entre drama y comedia he llegado trovando a la edad media; torpe, pero sincero, aun no soy caballero (y que el cielo me libre de cordura) No me embriaga la altura ni me aburren los sueños; no es por moda que estallo y que me empeño. El amor sigue en brete, y el camino a machete, más no lloro por tal ni me amilano, si conservo mis manos, mi sudor y el humano corazón. TROVA DE EDGARDO (Para E. A. Poe) Hoy a mi puerta un pajaro trinó, pero abrí y una sombra se echó a volar. Hoy recordé a Edgardo, aquel señor fumador de amapolas, que era juglar. Hoy haré una página celeste, trovadicta, trovardiente. Hoy, cantando sólo con la luna, ya que se hizo puta la fortuna. Hoy me trovare para alegrarme, como Edgardo, sin alarde. Hoy recordé a Edgardo, aquel señor fumador de amapolas, que era juglar. Hoy a mi puerta un pajaro trinó pero abri y una sombra se echó a volar. LA DESILUSION Como monedas tintineó su tema la desilusión. Con boca roja y grandes mamas flojas la desilusión. Fumando rubios y exhalando alcohol, bordado el dueño de la cama en la ropa interior. Qué delirio en interrogación, qué suicidio en investigación: brillante exposición de modas la desilusión. Abrió un negocio, reanimando el ocio, la desilusión. Como turismo inventó el abismo la desilusión. Tocó el diamante y lo volvió carbón, y al atorrante lo sembró en la administración. Qué delirio en interrogación, qué suicidio en investigación: brillante exposición de modas la desilusión. Y MARIANA Siempre hay quien quisiera ser distinto, nadie está conforme con lo que le tocó. El de edad qusiera ser un niño, y el rapaz se raspa sus pelusas en flor. Los que tienen nada quieren algo, los que tienen algo quieren todavía más. Para pretender, el mundo es largo, para conformarse se ha inventado el jamás. Un señor quisiera ser mujer, y una chica quiere ser señor. Hasta Dios sueña que es un poder, y Mariana quiere ser canción. La tolerancia es la pasión de los inquisidores. El buen ladrón quisiera no tener que robar. Le deben al silencio la voz los ruiseñores. La eternidad no es más que un truco para continuar. La libertad sólo es visible para quien la labra y en lo prohibido brilla astuta la tentación. Nacer a veces mata y ser feliz desgarra,. ¿A quién acusaremos cuando triunfe el amor? Un señor quisiera ser mujer, y una chica quiere ser señor. Hasta Dios sueña que es un poder, y Mariana quiere ser canción. ABRACADABRA Una mujer, por despecho -o por placer- enterró en un jardin un coco seco mojado en carmín. Luego, un rival narcotraficando el mal, escupía con ron y alfilereaba un feliz corazón. Yo no sé cómo hay quien malversa la vida cómo hay quien invoca una herida, como pueden gastar el amor. Yo no sé (como si nos faltaran las penas; como si nos sobraran las cenas: como si diera dicha el dolor.) Yo no sé si el mal tiempo trae mala fe; si la desesperación hace blanco y se cierran los laicos colegios; si se vuelve al sortilegio y aprendices de delfín creen llegar a Merlin. Yo no sé si el mal tiempo trae mala fe, pero a mí lo que me embruja es volar y hechizarme con tus sortilegios: soy brillante en tu colegio; subo nota en el amor, vuelo allí como al sol un colibrí. Abracadabra, curandera mi palabra todo mal pone bien, salva del odio y vacuna tambien. Abracadabra, siga la pata en su cabra, girasol, alhelí, la mariposa besó al colibrí, HOMBRE De quererte cantar sufro disnea bastante más allá del los pulmones. Tu sombra brilla hoy en la pelea mayor de la conciencia y las razones. Por ti canto de pecho, como el sueño en que giro y leve, como aún respiro. Por ti adelanto trecho, a lo que falta en tono y canto lo que no perdono. Hombre, hombre y amigo, aún queda para estar contigo. Hombre, hombre sin templo desciende a mi ciudad tu ejemplo. Supiste cabalgar contra quien odia desde su torre de oro y exterminio, pero, en mi parecer, te dió más gloria el alma que estallaste a tu dominio. La medicina escasa, la más insuficiente es la de remediar la mente. Y la locura pasa risueña cuando engaña, cual odio de la propia entraña. Hombre sin apellido, un poco de piedad te pido: hombre, ay, todavía, que un canto mas allá está el día. De la melena inculta a la calvicie, del número inicial, a lo incontable, desde la tumba hasta la superficie, tras breve veinte tan multiplicable me llega un canto alado de fiebres de la infancia, me brota la invención del ansia y entero y mutilado, furiosamente a besos, te doy mi corazón travieso: Hombre, hombre sin muerte, la noche respiró tu suerte, hombre de buen destino, y hay luces puestas en camino. MONOLOGO (A Teté Vergara) Favor, no se molesten, que pronto me estoy yendo; no vine a perturbarles ni menos a ofenderlos. Vi luz en las ventanas y oí voces cantando y, sin querer, ya estaba tocando. Yo también me alegraba entre amigos y cuerdas, con licores y damas, mas ¿de eso quién se acuerda? Una vez fui famoso, siempre andaba viajando: aquí traigo una foto, actuando. Me recordaron tiempos de sueños e ilusiones. Perdonen a este viejo, perdonen. Ya casi me olvidaba, pero para mañana van a dar buen pescado. Hoy nos llegaron papas, y verduras en latas al puesto del mercado. En cuanto llegue y coma me voy para la zona, por lo de la basura. Como la noche avanza, los dejo con la danza el canto y la cultura. Disculpen la molestia ya me llevo mi boca. A mi edad la cabeza a veces se trastoca. En la alegría de ustedes distinguí mis promesas y todo me parece que empieza. Favor, no se molesten que casi me estoy yendo: no vine a perturbarles ni menos a ofenderlos. Ví luz en las ventanas y juventud cantando y, sin querer ya estaba soñando. Vivo en la vieja casa de la bombilla verde. Si por allí pasaran, recuerden. EL NECIO Para no hacer de mi ícono pedazos, para salvarme entre únicos e impares, para cederme lugar en su Parnaso, para darme un rinconcito en sus altares: me vienen a convidar a arrepentirme, me vienen a convidar a que no pierda, me vienen a convidar a indefinirme, me vienen a convidar a tanta mierda. Yo no sé lo que es el destino. Caminando fui lo que fui. Allá Dios que será divino, yo me muero como viví. Yo quiero seguir jugando a lo perdido, yo quiero ser a la zurda, mas que diestro, yo quiero hacer un congreso del unido, yo quiero rezar a fondo un hijonuestro. Dirán que pasó de moda la locura, dirán que la gente es mala, y no merece, más yo partiré soñando travesuras, (acaso multiplicar panes y peces). Yo no sé lo que es el destino, Caminando fui lo que fui. Allá Dios que será divino, yo me muero como viví. Dicen que me arrastraran por sobre rocas cuando la Revolución se venga abajo, que machacarán mis manos y mi boca, que me arrancarán los ojos y el badajo. Será que la necedad parió conmigo, la necedad de lo que hoy resulta necio: la necedad de asumir al enemigo, la necedad de vivir sin tener precio. Yo no sé lo que es el destino. Caminando fui lo que fui. Allá Dios que será divino. Yo me muero como viví. LA GUITARRA DEL JOVEN SOLDADO La guitarra del joven soldado es pecosa y discreta. Es tan tímida que sólo canta pasadas las diez. Cuando tocan silencio ella espera una hora y se escurre de puntas, los pies, y en el monte, debajo de un árbol, suelta al viento su amor y su fe. La guitarra del joven soldado es recluta también. La guitarra del joven soldado revela secretos, se desata por una mirada en arpegios de amor. Cada instante le pide tonadas y sones, canciones que nunca escuchó, y buscándolas siempre amanece procurando un acorde mejor. La guitarra del joven soldado hoy tampoco durmió. La guitarra del joven soldado es la celosa amante que lo ha de seguir en la dicha y también en el llanto, pero siempre ayudando a vivir. La guitarra del joven soldado es su mejor fusil. QUIÉN FUERA Estoy buscando una palabra en el umbral de tu misterio. ¿Quién fuera Alí Babá? ¿Quién fuera el mítico Simbad? ¿Quién fuera un poderoso sortilegio? ¿Quién fuera encantador? Estoy buscando una escafandra, al pié del mar de los delirios. ¿Quién fuera Jacques Costeau? ¿Quién fuera Nemo el Capitán? ¿Quién fuera el batiscafo de tu abismo? ¿Quién fuera explorador? Corazón, corazón obscuro. Corazón, corazón con muros. Corazón, que se esconde, corazón, que está donde, corazón, corazón en fuga, herido de dudas de amor. Estoy buscando melodía para tener como llamarte ¿Quién fuera ruiseñor? ¿Quién fuera Lennon y McCartney, Sindo Garay, Violeta, Chico Buarque? ¿Quién fuera tu trovador? Corazón, corazón obscuro. Corazón, corazón con muros. Corazón, que se esconde, corazón, que está donde, corazón, corazón en fuga, herido de dudas de amor. JUEGO QUE ME REGALÓ UN 6 DE ENERO Soy ciudadano del amor, llevo dogal de belleza, entre la hombrera y la cabeza, entre rodilla y cinturón. Haciendo crítica social, me perfumé de valiente, creyeron que era disidente y no era más que natural. Martí me hablo de la amistad y creo en el, cada dia, aunque la cruda economía ha dado luz a otra verdad. El mundo tiene la razón puesta en el pan, en el diario, ese señor rudimentario que nos dará la absolución. Ciega, la vida nueva es con un verso al revés, como amor por descifrar, como un Dios en edad de jugar. Trino, vete al destino, al punto que será final, juega a lo que no jugué y canta que aunque sin rey mago, sigo en pie. Seguro estoy requetemal, debo sufrir algo extraño pues ni la hiel ni el desengaño me dan razon de funeral. El fin de siglo trae la sien cebada de podredumbre, como invitandome a una lumbre que prenderá quien ame bién. Bendito el tiempo, que me dio una canción sin permiso. Bendito sea el paraíso algo infernal, que me parió. El dia del Armagedón no quiero estar tras la puerta sino soñando bien alerta, donde esté a salvo de perdón. Ciega, la vida nueva es como un verso al revés, como amor por descifrar, como un Dios en edad de jugar. Trino, vete al destino, al punto que será final, juega a lo que no jugué, y canta que aunque sin rey mago sigo en pie.